1. Tasa de lapso adiabático: A medida que aumenta el aire, se expande debido a la menor presión atmosférica. Esta expansión hace que el aire se enfríe a una tasa conocida como la tasa de lapso adiabática. La tasa de lapso estándar para el aire seco es de aproximadamente 9.8 ° C por 1000 metros (5.5 ° F por 1000 pies).
2. Densidad atmosférica reducida: El aire en elevaciones más altas es menos densa que el aire a elevaciones más bajas. Esto significa que hay menos moléculas de aire para absorber y retener el calor del sol. Como resultado, las temperaturas tienden a ser más bajas a elevaciones más altas.
3. Absorción de la luz solar: El ángulo de la luz solar que golpea la superficie de la Tierra también es un factor. A elevaciones más altas, la luz solar golpea la superficie en un ángulo más directo, lo que significa que hay menos atmósfera para que la luz del sol pase antes de llegar al suelo. Esto puede conducir a temperaturas más cálidas durante el día, pero temperaturas más frías por la noche debido a una mayor pérdida de radiación.
4. Cubierta de nubes y precipitación: Las altas elevaciones a menudo experimentan más cobertura de nubes y precipitación que las elevaciones más bajas. Las nubes pueden aislar el suelo y evitar la pérdida de calor, lo que lleva a temperaturas más cálidas durante la noche. Sin embargo, la precipitación puede enfriar el aire, especialmente durante el día.
5. Otros factores: La topografía local, los patrones de viento y la proximidad a los cuerpos de agua también pueden influir en la temperatura en diferentes elevaciones.
En resumen:
* A medida que aumenta la elevación, la temperatura generalmente disminuye.
* La tasa de lapso adiabática es un factor clave para explicar esta disminución.
* Otros factores, como la densidad atmosférica, la absorción de la luz solar, la cubierta de las nubes y las condiciones locales, también juegan un papel.
Ejemplos:
* La cumbre del Monte Everest, el punto más alto de la Tierra, es extremadamente frío, con temperaturas promedio por debajo de la congelación incluso durante el verano.
* La diferencia de temperatura entre la base de una montaña y su pico puede ser significativa, incluso en distancias relativamente cortas.
Comprender la relación entre la elevación y la temperatura es esencial para muchos campos, incluida la meteorología, la climatología y la ciencia ambiental.