El descubrimiento de la propagación del fondo marino, que demostró la creación de una nueva corteza oceánica en las crestas del océano medio y la destrucción de la corteza vieja en las zonas de subducción, proporcionó el mecanismo para la deriva continental. Mostró que la superficie de la Tierra es dinámica y cambia constantemente, desafiando la visión de una tierra estática.
Esta realización ha tenido un profundo impacto en nuestra comprensión de la ciencia de la tierra, lo que lleva al desarrollo de la teoría de la tectónica de placas, que explica una amplia gama de fenómenos geológicos, incluidos terremotos, volcanes y la formación de cadenas montañosas.