La textura de la roca de ágata suele ser bandeada, con capas alternas de diferentes colores y texturas. Las bandas pueden ser rectas, onduladas o incluso en espiral. El color de las bandas está determinado por los minerales presentes en la roca. Los colores comunes incluyen rojo, naranja, amarillo, marrón y verde. El ágata también puede ser translúcida u opaca. La dureza de la ágata es de 6,5 a 7 en la escala de Mohs, lo que la convierte en una roca relativamente duradera.