El ambiente es la capa de gases que rodea la Tierra. Está compuesto por 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y 1% de otros gases. La atmósfera protege a la Tierra de la radiación dañina del Sol y ayuda a regular la temperatura de la Tierra.
La hidrosfera es el agua que se encuentra en la Tierra, incluidos océanos, lagos, ríos y aguas subterráneas. La hidrosfera cubre aproximadamente el 71% de la superficie de la Tierra y desempeña un papel vital en el ciclo del agua y la regulación del clima.
La biosfera es la parte de la Tierra que está habitada por seres vivos. Incluye todos los organismos vivos, desde bacterias microscópicas hasta grandes ballenas. La biosfera depende de la atmósfera y la hidrosfera para sobrevivir.
La geosfera es la Tierra sólida. Incluye la corteza, el manto y el núcleo de la Tierra. La geosfera es responsable de la forma y estructura de la Tierra y desempeña un papel en el campo magnético de la Tierra y el movimiento de las placas tectónicas.
Las cuatro esferas de la Tierra están interconectadas y son interdependientes. Los cambios en una esfera pueden afectar a las otras esferas. Por ejemplo, la liberación de gases de efecto invernadero a la atmósfera puede provocar un cambio climático, que a su vez puede afectar a la hidrosfera y la biosfera.