La superficie de la Tierra está dividida en grandes pedazos llamados placas tectónicas. Estas placas están compuestas por la corteza terrestre y el manto superior y se mueven alrededor de la superficie terrestre a lo largo del tiempo. El movimiento de las placas es impulsado por corrientes de convección dentro del manto terrestre y es responsable de muchas de las características geológicas de la superficie terrestre, como montañas, volcanes y terremotos.