Las mesetas son accidentes geográficos elevados y de cima plana que se elevan por encima del paisaje circundante. Por lo general, se caracterizan por tener lados suavemente inclinados y una superficie relativamente plana, y pueden tener cientos de kilómetros de ancho. Las mesetas pueden formarse mediante diversos procesos geológicos, como el levantamiento de grandes bloques de la corteza terrestre, la erosión de rocas más blandas por ríos o glaciares, o la acumulación de lava volcánica. Se pueden encontrar en varias regiones del mundo y pueden sustentar diversos ecosistemas dependiendo de su elevación, clima y otros factores.