1. Formación del supercontinente: Cuando los continentes chocaron para formar Pangea hace unos 335 millones de años, la superficie de la Tierra sufrió cambios significativos. La fusión de masas terrestres creó un único y enorme continente rodeado por un vasto océano llamado Panthalassa. Este supercontinente alteró fundamentalmente la forma de la Tierra, reduciendo el número de costas y cambiando la distribución de la tierra y el agua.
2. Construcción de montaña: La colisión de placas tectónicas durante la formación de Pangea dio lugar a extensos episodios de formación de montañas. La colisión de las placas india y euroasiática, por ejemplo, dio lugar a la creación del Himalaya, una de las cadenas montañosas más altas del mundo. Estos eventos orogénicos cambiaron significativamente la topografía de la Tierra, creando nuevas cadenas montañosas y moldeando el paisaje.
3. Deriva continental: Mientras existió Pangea, las placas tectónicas de la Tierra continuaron moviéndose, aunque lentamente. Con el tiempo, el supercontinente comenzó a dividirse y dividirse, lo que provocó la deriva continental. La separación de continentes y la apertura de cuencas oceánicas, como la del Océano Atlántico, remodelaron la línea costera de la Tierra e influyeron en la formación de nuevas masas de tierra.
4. Cambio climático: La formación de Pangea tuvo un profundo impacto en el sistema climático de la Tierra. El vasto interior del supercontinente se caracterizó por variaciones extremas de temperatura debido a su distancia de las influencias moderadas del océano. La colisión de masas terrestres también afectó a las corrientes oceánicas y los patrones de circulación atmosférica, lo que provocó cambios en los climas regionales y globales.
5. Distribución de la biodiversidad: Los cambios geográficos resultantes de la existencia y desintegración de Pangea influyeron en la distribución de especies de plantas y animales. Cuando los continentes estaban conectados, las especies podían migrar libremente, lo que propiciaba el intercambio de fauna y flora. A medida que los continentes se separaron, las poblaciones quedaron aisladas, lo que promovió la evolución de distintas especies y dio forma a los patrones modernos de biodiversidad.
En general, la formación y desintegración de Pangea alteró fundamentalmente la forma, la geografía, el clima y la biodiversidad de la Tierra, sentando las bases para la configuración actual de continentes y océanos de la Tierra.