Las montañas de cúpula son características geológicas que se forman debido al levantamiento y erosión de grandes cúpulas de roca. Por lo general, consisten en rocas ígneas o metamórficas y no exhiben actividad volcánica.
Las montañas volcánicas, por otro lado, se forman mediante la acumulación de materiales volcánicos como lava y ceniza alrededor de un respiradero volcánico. La actividad volcánica que forma estas montañas suele estar asociada con procesos tectónicos de placas, donde el magma se eleva desde las profundidades de la Tierra y estalla en la superficie.
Si bien tanto las montañas domo como las montañas volcánicas pueden ocurrir en ciertos entornos geológicos, son características geológicas distintas formadas a través de diferentes procesos y no están directamente relacionadas entre sí.