Durante los procesos de tectónica de placas, cuando una placa oceánica y una placa continental convergen en un límite de placa convergente, la corteza oceánica más densa se ve obligada a descender por debajo de la corteza continental menos densa mediante un proceso llamado subducción. Este proceso se produce debido a la fuerza descendente de la placa oceánica más densa y a la resistencia de la placa continental a ser anulada.
La subducción de la corteza oceánica desempeña un papel crucial en la configuración de las características de la superficie de la Tierra, impulsando procesos geológicos como la formación de montañas, la actividad volcánica y la formación de sistemas de arco-zanja. También facilita el reciclaje de la corteza oceánica hacia el manto terrestre, contribuyendo a la renovación continua del material de la corteza terrestre.