Isostasia :A medida que los Himalayas se elevan, la corteza terrestre debajo de ellos se hunde debido al principio de isostasia. Este hundimiento hace que las rocas del Himalaya se vuelvan más densas y fuertes, haciéndolas más resistentes a la erosión.
Erosión :La erosión, causada por ríos y glaciares, desempeña un papel en la configuración del Himalaya, pero también contribuye a su continuo ascenso. A medida que las montañas se erosionan, el peso de la roca suprayacente se reduce, lo que hace que las rocas de abajo reboten. Este proceso, conocido como isostasia glacial, puede contribuir al levantamiento de montañas a largo plazo.
Clima :El clima del Himalaya también contribuye a su continuo ascenso. Los altos niveles de precipitaciones en la región provocan la formación de glaciares que erosionan las montañas. Además, el congelamiento y descongelamiento del agua en las grietas de las rocas puede hacer que estas se rompan y se aflojen, haciéndolas más susceptibles a la erosión.
Geología regional :La geología del Himalaya también es un factor en su continuo ascenso. La presencia de rocas débiles, como calizas y lutitas, en el Himalaya las hace más susceptibles a la erosión. Además, la presencia de fallas y otras estructuras geológicas puede permitir que las montañas se levanten más fácilmente.