Hay dos tipos principales de ondas sísmicas:ondas corporales y ondas superficiales. Las ondas corporales viajan a través del interior de la Tierra, mientras que las ondas superficiales viajan a lo largo de la superficie terrestre. Las ondas corporales son más rápidas que las ondas superficiales, por lo que son las primeras en llegar a una estación sísmica después de un terremoto. Las ondas superficiales son más lentas, pero pueden causar más daño porque tienen una longitud de onda más larga y pueden sacudir el suelo con más violencia.
La energía de un terremoto también se transporta a través de la corteza terrestre en forma de calor. Este calor se genera por la fricción entre las rocas que se mueven durante un terremoto. El calor puede hacer que las rocas se derritan, y esta roca fundida puede subir a la superficie y formar volcanes.
La energía de un terremoto también puede transportarse a través de la corteza terrestre en forma de energía eléctrica. Esta energía eléctrica se genera por el movimiento de las rocas durante un terremoto. La energía eléctrica puede provocar cortes de energía y también puede interferir con los sistemas de comunicaciones.
La energía de un terremoto también puede transportarse a través de la corteza terrestre en forma de ondas sonoras. Estas ondas sonoras se generan por las sacudidas del suelo y pueden viajar largas distancias. Las personas pueden escuchar las ondas sonoras y también pueden usarse para detectar terremotos.