La oxidación también puede hacer que las rocas cambien de color. Por ejemplo, cuando las rocas que contienen hierro se exponen al oxígeno, el hierro se oxida y hace que la roca adquiera un color rojizo. Este es el mismo proceso que hace que se forme óxido en el metal de hierro.
La oxidación es un proceso importante en la meteorización y erosión de las rocas. Ayuda a romper rocas grandes en pedazos más pequeños, lo que las hace más fáciles de transportar por el viento y el agua. La oxidación también libera minerales en el suelo, que pueden ser utilizados por plantas y otros organismos.