Suministro de arena: La disponibilidad de un suministro de arena abundante y constante es crucial para la formación de grandes dunas. Es posible que los desiertos con fuentes limitadas de arena o regiones con una fuerte cubierta vegetal no desarrollen dunas gigantes.
Fuerza y duración del viento: Se necesitan vientos fuertes y persistentes para transportar arena y crear dunas. El tamaño de las dunas generalmente aumenta con la fuerza y la duración del viento. Los vientos fuertes pueden levantar y mover más arena, permitiendo que las dunas crezcan.
Tamaño de grano: El tamaño de los granos de arena también influye. Las dunas formadas con arena más fina tienden a ser más pequeñas que las formadas con arena más gruesa. Los granos de arena más gruesos son más resistentes al transporte del viento, lo que da lugar a la formación de dunas de mayor tamaño.
Clima: Es más probable que se formen dunas gigantes en climas áridos o semiáridos con precipitaciones limitadas. Las lluvias intensas promueven el crecimiento de la vegetación, lo que estabiliza la arena e inhibe la formación de dunas.
Topografía: La topografía subyacente del paisaje desértico influye en la formación de dunas. Las dunas suelen formarse en áreas con terreno relativamente plano o valles amplios, donde el viento puede acumular y transportar arena.
Hora: El crecimiento de las dunas requiere tiempo. Las dunas gigantes pueden tardar entre miles y decenas de miles de años en desarrollarse. En áreas con condiciones favorables, como abundante suministro de arena, fuertes vientos y lluvias limitadas, las dunas pueden crecer con el tiempo.