Los paleontólogos estiman que el registro fósil contiene evidencia de menos del 1% de todas las especies que alguna vez han existido. Este número es tan bajo porque la mayoría de las especies que han vivido en la Tierra no fueron enterradas en lugares donde serían preservadas como fósiles. La mayoría de los fósiles potenciales fueron destruidos por procesos naturales como la descomposición y la erosión. Además, muchos fósiles que se forman son posteriormente destruidos por eventos geológicos como terremotos, erupciones volcánicas y formación de montañas.
¿Qué precisión tiene el registro fósil?
El registro fósil no siempre es una representación precisa del pasado. Algunas especies pueden estar sobrerrepresentadas en el registro fósil porque era más probable que estuvieran enterradas en lugares donde pudieran preservarse. Otras especies pueden estar subrepresentadas o no estar representadas en absoluto porque era menos probable que fueran enterradas o porque sus restos fueron destruidos por procesos naturales. Además, el registro fósil puede ser engañoso porque puede resultar difícil determinar las relaciones exactas entre las diferentes especies. Esto se debe a que el registro fósil está incompleto y, a menudo, es difícil saber si dos fósiles similares pertenecen a la misma especie o a especies diferentes.
A pesar de sus limitaciones, el registro fósil es una valiosa fuente de información sobre la historia de la vida en la Tierra. Proporciona evidencia de la evolución de nuevas especies, la extinción de especies antiguas y los cambios en el medio ambiente de la Tierra a lo largo del tiempo. Los paleontólogos utilizan el registro fósil para reconstruir la historia de la vida en la Tierra y comprender los procesos que han dado forma a la evolución de la vida.
Éstos son algunos de los factores que afectan la integridad y precisión del registro fósil:
* El tipo de organismo. Es más probable que algunos organismos se conserven como fósiles que otros. Por ejemplo, los animales de cuerpo duro, como los trilobites y los amonites, tienen más probabilidades de conservarse que los animales de cuerpo blando, como los gusanos y las medusas.
* El ambiente en el que vivía el organismo. Es más probable que los fósiles se conserven en ambientes húmedos y pobres en oxígeno, como pantanos, lagos y océanos. Esto se debe a que estos ambientes ayudan a frenar la descomposición de la materia orgánica.
* La historia geológica de la zona. Es más probable que los fósiles se conserven en áreas que no han estado sujetas a mucha actividad geológica, como terremotos, erupciones volcánicas y formación de montañas. Estos eventos pueden destruir fósiles o hacerlos difíciles de encontrar.
El registro fósil es una herramienta valiosa para comprender la historia de la vida en la Tierra, pero es importante ser conscientes de sus limitaciones. Al comprender cómo se forma el registro fósil, podremos comprender mejor lo que puede y no puede decirnos sobre el pasado.