Si bien es difícil predecir exactamente cuándo ocurrirá el próximo gran terremoto en Nueva Inglaterra, los científicos han identificado varias áreas que corren mayor riesgo, como el valle del río San Lorenzo y el valle del río Connecticut. Estas áreas se encuentran cerca de fallas que tienen el potencial de generar grandes terremotos.
Los mapas de peligro sísmico elaborados por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) indican que Nueva Inglaterra está expuesta a importantes sacudidas del suelo debido a terremotos con una probabilidad de ocurrencia del 2% en 50 años. Esto significa que hay un 2% de posibilidades de que ocurra un terremoto de esta magnitud en Nueva Inglaterra dentro de cualquier período de 50 años.
Para mitigar el riesgo de daños por terremotos, es importante garantizar que los edificios y la infraestructura estén diseñados para resistir una fuerte actividad sísmica. Los ejercicios periódicos de preparación para terremotos y la educación también son importantes para crear conciencia y reducir el impacto de futuros terremotos.