El impactador, un asteroide o cometa de unos 10 kilómetros de ancho, chocó contra lo que hoy es la Península de Yucatán en México hace 66 millones de años. El impacto creó un cráter de unos 180 kilómetros de ancho y desencadenó una serie de acontecimientos que llevaron a la extinción de los dinosaurios.
El impacto generó una enorme cantidad de calor y presión, lo que provocó que la roca alrededor del cráter se derritiera y se vaporizara. Luego, este material fue expulsado a la atmósfera, donde se condensó en pequeñas gotas de vidrio y polvo. Estas gotas se esparcieron por todo el mundo y bloquearon el sol, lo que provocó un período de extrema oscuridad y enfriamiento.
Además del material que fue expulsado a la atmósfera, el impacto también generó un enorme tsunami. Este tsunami atravesó el océano y alcanzó alturas de hasta 100 metros en algunas zonas. El tsunami causó una destrucción generalizada y pérdida de vidas.
Las nuevas imágenes sísmicas proporcionan una visión más detallada del impacto y sus consecuencias. Las imágenes muestran que el tsunami fue incluso mayor de lo que se pensaba y que alcanzó zonas que antes se pensaba que no estaban afectadas. Las imágenes también muestran que el impacto provocó una gran deformación de la corteza terrestre.
Las nuevas imágenes sísmicas proporcionan nueva información valiosa sobre uno de los eventos más importantes de la historia de la Tierra. Las imágenes nos ayudan a comprender mejor el impacto y sus consecuencias, y permiten vislumbrar los dramáticos acontecimientos que llevaron a la extinción de los dinosaurios.