- Los restos, que fueron encontrados en una cámara subterránea profunda junto a los huesos de individuos adultos de H. naledi, sugieren que esta especie humana primitiva pudo haber practicado el entierro ritual de sus muertos, incluidos los niños.
- Los restos juveniles incluyen los de un bebé y un niño de alrededor de 10 años. Los investigadores descubrieron que ambos individuos habían muerto durante períodos de estrés, como sequía, y que habían sido enterrados en el sistema de cuevas por adultos.
- Esto contrasta con otras especies humanas primitivas, como los neandertales y el Homo erectus, de quienes se cree que enterraban a sus muertos en tumbas poco profundas o los dejaban expuestos en la superficie.
- El descubrimiento de los restos juveniles de H. naledi también proporciona información sobre el crecimiento y desarrollo de los primeros niños humanos. Los restos sugieren que los bebés de H. naledi nacían con un cerebro relativamente grande, pero que su cerebro crecía más lentamente que el de los humanos modernos.
- Esto puede deberse a que H. naledi tuvo una vida más larga que los humanos modernos y alcanzó la madurez sexual a una edad más avanzada.
- En general, el descubrimiento de los restos juveniles de H. naledi ofrece nuevas pistas importantes sobre cómo crecieron nuestros antepasados y cómo cuidaron a sus crías.