Un nuevo estudio ha revelado una forma de mejorar la producción de gas natural en formaciones de esquisto mediante el uso de una combinación de fracturación hidráulica y estimulación química. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Texas en Austin, encontró que inyectando un tipo específico de químico en el esquisto antes de fracturarlo, la cantidad de gas que se podría producir podría aumentar hasta en un 50%.
El químico utilizado en el estudio fue un surfactante, que es un tipo de detergente que ayuda a reducir la tensión superficial de los líquidos. Cuando se inyectó en la pizarra, el surfactante ayudó a crear más fracturas y permitió que el gas fluyera más fácilmente fuera de la roca.
Los investigadores creen que esta nueva técnica podría tener un impacto significativo en la producción de gas natural en Estados Unidos. Las formaciones de esquisto son una fuente importante de gas natural en los EE. UU., pero la cantidad de gas que se puede producir a partir de estas formaciones a menudo está limitada por la baja permeabilidad de la roca. La nueva técnica podría ayudar a superar esta limitación y permitir que se produzca más gas a partir de formaciones de esquisto.
El estudio fue publicado en la revista Nature Energy.
Implicaciones del estudio
Los hallazgos de este estudio podrían tener un impacto significativo en la producción de gas natural en los Estados Unidos. Las formaciones de esquisto son una fuente importante de gas natural en los EE. UU., pero la cantidad de gas que se puede producir a partir de estas formaciones a menudo está limitada por la baja permeabilidad de la roca. La nueva técnica podría ayudar a superar esta limitación y permitir que se produzca más gas a partir de formaciones de esquisto.
Esto podría tener una serie de beneficios para Estados Unidos. En primer lugar, podría ayudar a reducir la dependencia del país del petróleo extranjero. En segundo lugar, podría crear empleos e impulsar la economía. En tercer lugar, podría ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero reemplazando el carbón y el petróleo por gas natural.
Los hallazgos del estudio son aún preliminares, pero son prometedores. Se necesita más investigación para confirmar los resultados del estudio y desarrollar la tecnología para que pueda utilizarse a escala comercial. Sin embargo, si la tecnología tiene éxito, podría tener un impacto importante en el panorama energético de Estados Unidos.