Un nuevo estudio ha descubierto que las muestras de coral de la Gran Barrera de Coral de Australia son más resistentes a las condiciones ácidas de lo que se pensaba anteriormente. El estudio, publicado en la revista Nature Climate Change, encontró que algunos corales pudieron sobrevivir en agua que era más ácida de lo que se espera que sea el océano para finales de siglo.
Los hallazgos ofrecen cierta esperanza para el futuro de la Gran Barrera de Coral, que enfrenta una serie de amenazas, incluido el cambio climático, la contaminación y la sobrepesca. Sin embargo, el estudio también encontró que algunos corales eran más vulnerables a las condiciones ácidas que otros, y que la salud general del arrecife aún está en deterioro.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Queensland y el Instituto Australiano de Ciencias Marinas. Los investigadores recolectaron muestras de coral de la Gran Barrera de Coral y las expusieron a diferentes niveles de acidez en un laboratorio. Descubrieron que algunos corales podían sobrevivir en agua que tenía 0,5 unidades de pH más ácida que el pH actual del océano.
Los investigadores dicen que los hallazgos del estudio sugieren que algunos corales pueden adaptarse a las condiciones cambiantes del océano y sobrevivir en el futuro. Sin embargo, también dicen que la salud general de la Gran Barrera de Coral todavía está en deterioro y que es necesario hacer más para protegerla.
La Gran Barrera de Coral es el sistema de arrecifes de coral más grande del mundo y alberga una amplia variedad de vida marina. El arrecife es un importante destino turístico y también es importante para la economía local. Sin embargo, el arrecife enfrenta una serie de amenazas, incluido el cambio climático, la contaminación y la sobrepesca.
El cambio climático está provocando que el océano se vuelva más cálido y ácido, lo que es perjudicial para los corales. La contaminación procedente de fuentes terrestres también está dañando el arrecife y la sobrepesca está reduciendo el número de peces que se alimentan de organismos que se alimentan de corales.
Los hallazgos del nuevo estudio ofrecen algunas esperanzas para el futuro de la Gran Barrera de Coral, pero es necesario hacer más para protegerla. El gobierno australiano se ha comprometido a invertir mil millones de dólares en el arrecife durante la próxima década y también está trabajando con otros países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.