Hay varias formas de medir la velocidad a la que se está derritiendo Groenlandia. Un método común es utilizar imágenes de satélite para rastrear los cambios en la elevación de la superficie de la capa de hielo. Esto se puede hacer comparando imágenes tomadas en diferentes momentos para ver cuánto se ha adelgazado la capa de hielo.
Otro método consiste en utilizar núcleos de hielo para medir la cantidad de agua de deshielo que se ha producido a lo largo del tiempo. Los núcleos de hielo son largos cilindros de hielo que se extraen de la capa de hielo. La cantidad de agua derretida en un núcleo de hielo se puede medir observando los isótopos de oxígeno en el hielo.
Por último, los científicos también pueden utilizar modelos para estimar la rapidez con la que se está derritiendo Groenlandia. Estos modelos se basan en las propiedades físicas de la capa de hielo y las condiciones climáticas a las que está expuesta.
Combinando estos diferentes métodos, los científicos han podido obtener una buena estimación de la rapidez con la que se está derritiendo Groenlandia. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), la capa de hielo de Groenlandia está perdiendo masa a un ritmo de aproximadamente 280 mil millones de toneladas por año. Esto es suficiente para elevar el nivel del mar unos 0,8 milímetros al año.
El derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia es una grave amenaza para las comunidades costeras de todo el mundo. Es importante seguir vigilando la capa de hielo y tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de frenar el ritmo de derretimiento.
Aquí hay algunos datos adicionales sobre el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia:
* El ritmo de derretimiento ha aumentado significativamente en las últimas décadas.
* El derretimiento se produce en todas las elevaciones de la capa de hielo, pero es más pronunciado en los bordes.
* El deshielo está provocando que la capa de hielo se retire de la costa y forme profundas grietas.
* El derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia está contribuyendo al aumento del nivel del mar, lo que supone una gran amenaza para las comunidades costeras.