Por un lado , los antiguos carteles de los refugios suelen estar obsoletos y es posible que no proporcionen la mejor protección contra las armas nucleares modernas. Por ejemplo, muchos refugios antiguos fueron diseñados para proteger contra las bombas atómicas de relativamente bajo rendimiento que se usaron en la Segunda Guerra Mundial, pero pueden no ser tan efectivos contra armas nucleares modernas más poderosas. Además, muchos refugios antiguos no reciben el mantenimiento adecuado y pueden estar en mal estado, lo que podría hacerlos inseguros en caso de una emergencia.
Por otro lado , refugiarse en cualquier tipo de edificio resistente, incluso un refugio antiguo, puede ofrecer cierta protección contra los efectos de una explosión nuclear, como los escombros voladores, el calor y la radiación. Si no hay un refugio público disponible, un refugio antiguo aún puede brindar cierto nivel de protección en comparación con estar completamente expuesto a la explosión.
En última instancia, la decisión de prestar o no atención a las antiguas señales de los refugios en caso de un ataque nuclear es personal. Las personas deben evaluar el refugio específico que están considerando, evaluar el nivel de riesgo que enfrentan y tomar una decisión informada sobre si buscar refugio es o no el mejor curso de acción. En cualquier caso, si existe una amenaza inminente de un ataque nuclear, siempre es recomendable buscar información de fuentes oficiales y actualizadas, como autoridades de defensa civil o agencias de emergencia relevantes, para obtener instrucciones y protocolos de seguridad adecuados para su ubicación para garantizar protección y respuesta adecuadas.