Una diferencia clave entre la Tierra y Marte es la presencia de agua en la Tierra. La Tierra tiene una cantidad sustancial de agua, tanto en su superficie como dentro de su manto. Marte es mucho más seco y sólo quedan trazas de agua en su superficie. La presencia de agua en la Tierra permitió la formación de una hidrosfera, que jugó un papel crucial en la configuración de la geología y el clima del planeta. Los océanos de la Tierra actuaron como un amortiguador, absorbiendo parte del calor del Sol y regulando la temperatura del planeta.
El agua también facilitó el desarrollo de la tectónica de placas en la Tierra. La tectónica de placas es el movimiento de las placas de la corteza terrestre, que están compuestas por la litosfera, la capa más externa de la Tierra. La tectónica de placas es impulsada por corrientes de convección en el manto de la Tierra, la capa debajo de la litosfera. El movimiento de las placas tectónicas de la Tierra provocó una frecuente actividad volcánica, que liberó gases y otros materiales a la atmósfera. Esto ayudó a regular la composición y temperatura de la atmósfera terrestre.
Por el contrario, Marte no tenía una hidrosfera significativa y la tectónica de placas no se desarrolló en la misma medida que en la Tierra. Esto significó que Marte era menos capaz de regular su temperatura y composición atmosférica. Como resultado, la atmósfera de Marte se volvió delgada y perdió gran parte de su calor, lo que provocó las condiciones gélidas y secas que observamos hoy.
Estas diferencias fundamentales en las historias geológicas de la Tierra y Marte llevaron a resultados diferentes para los dos planetas. La abundante agua de la Tierra y la activa tectónica de placas permitieron el desarrollo de un entorno dinámico y habitable, mientras que Marte se convirtió en un planeta frío y seco parecido a un desierto. Las rocas antiguas de la Tierra proporcionan evidencia convincente de estos primeros procesos, preservando un registro de la transición del planeta de un ambiente hostil a uno hospitalario, capaz de sustentar la vida tal como la conocemos.