Actualmente, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) reconoce cuatro especies de jirafas:
1. Jirafa masai (Giraffa camelopardalis tippelskirchi) :Se encuentra en Kenia y Tanzania y se caracteriza por manchas grandes y cuadradas y un color de fondo amarillento pálido o marrón.
2. Jirafa Reticulada (Giraffa camelopardalis reticulata) :Originario de Somalia, Etiopía y el norte de Kenia, conocido por su patrón distintivo de pelaje de grandes manchas poligonales interconectadas que se asemejan a una red o retículo.
3. Jirafa del Norte (Giraffa camelopardalis camelopardalis) :Habita en áreas desde el sur de Chad hasta la República Centroafricana, Camerún y Sudán. Esta subespecie tiene manchas de forma irregular que parecen estar "emplumadas" alrededor de los bordes.
4. Jirafa del Sur (Giraffa camelopardalis giraffa) :Se encuentra en Sudáfrica, Botswana, Namibia, Zimbabwe y Mozambique. Se caracteriza por manchas grandes e irregulares, bien definidas y separadas por espacios intermedios anchos y pálidos.
Además, hay varias subespecies propuestas dentro de estas cuatro especies principales, pero su estado taxonómico aún se debate. Comprender las distintas especies de jirafas es crucial para los esfuerzos de conservación, ya que permite estrategias de conservación específicas, protección del hábitat y gestión para garantizar la supervivencia de estas magníficas criaturas y su diversidad genética única.