La convección del manto transporta el calor desde el interior de la Tierra hacia la superficie mediante el ascenso de material caliente del manto y el descenso de material más frío. Debido a que el material cerca de la superficie es más frío, es más denso y se hunde. A medida que se hunde, el interior de la Tierra lo calienta hasta que se vuelve menos denso y asciende. El ciclo de hundimiento y ascenso del material se llama convección del manto.
A medida que el material del manto fluye hacia la superficie, se derrite parcialmente debido a la menor presión. Se estima que alrededor del 1% del manto está compuesto de líquido. Parte del material líquido del manto se acumula en bolsas relativamente pequeñas debajo de la corteza. Estas bolsas son lo que conocemos como cámaras de magma. Cuando la presión en la cámara de magma es mayor que la presión de la roca sólida circundante, el material fundido se libera a la superficie de la Tierra. Esto es lo que conocemos como actividad volcánica.
La convección del manto y las cámaras de magma son esenciales para el reciclaje de los materiales de la Tierra y la liberación de calor del interior de la Tierra. También son la fuente de la mayor parte de la actividad geológica de la Tierra, como terremotos y volcanes.
La respuesta a la pregunta "¿Alguna vez nos quedaremos sin magma?" es no. Mientras la Tierra tenga elementos radiactivos y un núcleo generador de calor, habrá convección en el manto y producción de magma.