1. Alteración de hábitats naturales: La presa de las Tres Gargantas ha inundado una vasta zona a lo largo del río Yangtze, lo que ha provocado la pérdida de hábitats naturales para numerosas especies de plantas y animales. Esto incluye especies raras y en peligro de extinción, como el pez espátula chino y el delfín baiji, los cuales ahora se consideran en peligro crítico o funcionalmente extintos.
2. Contaminación del agua: La presa ha provocado una mayor contaminación del agua en el río Yangtze. El embalse detrás de la presa actúa como una trampa de sedimentos, acumulando contaminantes y provocando eutrofización, que es el enriquecimiento excesivo de los cuerpos de agua con nutrientes, lo que conduce a la proliferación de algas nocivas y a una reducción de la calidad del agua.
3. Erosión y deslizamientos de tierra: La construcción de la presa ha alterado el flujo natural de agua y sedimentos en el río Yangtze. Esto ha provocado erosión aguas abajo de la presa y deslizamientos de tierra a lo largo de sus orillas, lo que ha provocado pérdida de suelo, daños a la infraestructura y aumento de la sedimentación en los tramos aguas abajo del río.
4. Desplazamiento de personas: La construcción de la presa requirió el desplazamiento de más de 1,3 millones de personas de sus hogares y comunidades. Esto ha resultado en perturbaciones sociales y económicas, incluida la pérdida del patrimonio cultural, los medios de vida tradicionales y la cohesión comunitaria.
5. Emisiones de gases de efecto invernadero: El embalse detrás de la presa de las Tres Gargantas es una fuente importante de metano, un potente gas de efecto invernadero. El metano se produce por la descomposición de materia orgánica en condiciones anaeróbicas en el yacimiento. La liberación de metano del embalse contribuye al cambio climático y exacerba el calentamiento global.
6. Riesgos sísmicos: La presa de las Tres Gargantas está situada en una zona propensa a los terremotos. Los expertos han expresado su preocupación por la posibilidad de que la actividad sísmica dañe la presa, lo que podría provocar inundaciones catastróficas y pérdida de vidas río abajo.
Estas preocupaciones ambientales resaltan la necesidad de una cuidadosa planificación, gestión y medidas de mitigación para minimizar los impactos ecológicos, sociales y económicos negativos asociados con proyectos de infraestructura a gran escala como la presa de las Tres Gargantas.