Sin embargo, la carga de un cuerpo puede afectar su peso aparente. Esto se debe a que un cuerpo cargado puede experimentar una fuerza electrostática, que es una fuerza que actúa entre dos objetos cargados. Si el cuerpo cargado está en un campo gravitacional, la fuerza electrostática puede sumarse o restarse a la fuerza gravitacional, provocando que cambie el peso aparente del cuerpo.
Por ejemplo, si un cuerpo cargado positivamente se coloca en un campo gravitacional, la fuerza electrostática entre el cuerpo y la Tierra será repulsiva, lo que hará que el peso aparente del cuerpo disminuya. Por el contrario, si un cuerpo cargado negativamente se coloca en un campo gravitacional, la fuerza electrostática entre el cuerpo y la Tierra será atractiva, lo que hará que aumente el peso aparente del cuerpo.
Es importante señalar que la fuerza electrostática es mucho más débil que la fuerza gravitacional. Por lo tanto, el efecto de cargar un cuerpo sobre su peso aparente suele ser muy pequeño y sólo puede detectarse con instrumentos sensibles.