Los hallazgos del estudio se basan en un modelo económico detallado que simula la economía estadounidense durante los próximos 30 años. El modelo tiene en cuenta los costos y beneficios de diferentes políticas climáticas, así como el impacto de estas políticas en el crecimiento económico, el empleo y la desigualdad.
El estudio encontró que una combinación de fijación de precios del carbono, subsidios a las energías renovables y estándares de eficiencia puede reducir las emisiones en un 80% para 2050 y, al mismo tiempo, mantener la economía creciendo a una tasa promedio del 2,2% anual. Esta tasa de crecimiento es ligeramente inferior al promedio histórico del 2,4%, pero sigue siendo lo suficientemente alta como para crear empleos y aumentar los ingresos.
El estudio también encontró que la combinación de políticas tendría un impacto positivo en la desigualdad. El 20% más pobre de los hogares vería sus ingresos aumentar un 4%, mientras que el 20% más rico vería sus ingresos disminuir un 2%.
Los hallazgos del estudio sugieren que es posible eliminar gradualmente los combustibles fósiles sin sacrificar la popularidad electoral. Una combinación de fijación de precios del carbono, subsidios a las energías renovables y estándares de eficiencia puede reducir las emisiones en un 80% para 2050 y, al mismo tiempo, mantener el crecimiento de la economía y crear empleos. Estas políticas también tendrían un impacto positivo en la desigualdad, beneficiando más a los hogares más pobres.
Los hallazgos del estudio están en línea con las conclusiones de otros estudios recientes sobre los impactos económicos del cambio climático. Un estudio del Fondo Monetario Internacional encontró que un impuesto global al carbono podría reducir las emisiones en un 25% para 2030 y al mismo tiempo aumentar el PIB global en un 0,5%. Un estudio de la Comisión Europea encontró que la UE podría reducir las emisiones en un 40% para 2030 con una combinación de políticas que incluyan precios del carbono, subsidios a las energías renovables y estándares de eficiencia.
Estos estudios muestran que es posible abordar el cambio climático sin dañar la economía. Invirtiendo en energía limpia y políticas respetuosas con el clima, podemos crear un futuro más próspero y sostenible para todos.