Cuando paga algo en efectivo, es más probable que sienta que en realidad está gastando dinero. Esto se debe a que puedes ver el dinero saliendo de tu mano y puedes sentir su peso. Por otro lado, cuando paga con tarjeta de crédito, es fácil sentir que en realidad no está gastando dinero en absoluto. Esto se debe a que no ves el dinero salir de tu mano y no sientes su peso.
Esta diferencia de percepción puede tener un impacto significativo en el valor que le da a su compra. Cuando paga en efectivo, es más probable que sienta que está obteniendo un buen trato. Esto se debe a que puede ver que en realidad está gastando dinero y es más probable que aprecie el valor de lo que está comprando. Por otro lado, cuando paga con tarjeta de crédito, es menos probable que sienta que está obteniendo un buen trato. Esto se debe a que no ve que el dinero sale de su mano y es menos probable que aprecie el valor de lo que está comprando.
Además, la forma en que pagamos también puede influir en cuánto gastamos. Cuando pagamos en efectivo, es más probable que nos ajustemos a nuestro presupuesto. Esto se debe a que podemos ver cuánto dinero nos queda y es más probable que tengamos cuidado de no gastar de más. Cuando pagamos con tarjeta de crédito, en cambio, es fácil gastar de más. Esto se debe a que no vemos que el dinero sale de nuestras manos y es menos probable que tengamos cuidado con cuánto gastamos.
Así que la próxima vez que hagas una compra piensa en cómo vas a pagarla. Si quiere sentir que está obteniendo una buena oferta y desea ceñirse a su presupuesto, pague en efectivo. Si no te importa gastar un poco más de dinero, entonces paga con tarjeta de crédito.