Los resultados, publicados en la revista Nature Photonics, muestran que la luz no se propaga en estos circuitos en forma de ondas, como se pensaba hasta ahora, sino en forma de partículas llamadas polaritones. Los polaritones son cuasipartículas que resultan del fuerte acoplamiento de luz y materia, y se comportan de manera diferente a los fotones, las partículas de luz. Esta nueva comprensión de cómo se propaga la luz podría conducir a una nueva generación de dispositivos fotónicos, que podrían usarse para realizar operaciones ópticas complejas en un chip.
Los investigadores estudiaron la propagación de la luz en un tipo de circuito integrado llamado guía de ondas plasmónica, que es un canal a nanoescala que puede guiar la luz. Descubrieron que los polaritones que se propagan en estas guías de ondas tienen una longitud de onda muy corta, lo que significa que pueden usarse para crear dispositivos ópticos muy pequeños y eficientes.
Los investigadores creen que su descubrimiento podría tener un gran impacto en el campo de la fotónica y que podría allanar el camino para el desarrollo de nuevos tipos de chips ópticos que podrían usarse en una amplia variedad de aplicaciones, incluidas las telecomunicaciones, la informática y la medicina. imágenes.
La investigación fue realizada por el Dr. Mikael Fogelström y el profesor Staffan Björklund, del Departamento de Microtecnología y Nanociencia de la Universidad Tecnológica de Chalmers.