Los investigadores, de la Universidad de Tokio y NTT Corporation, publicaron sus hallazgos en la revista Nature Communications. Demostraron que las computadoras clásicas pueden resolver eficientemente un problema llamado "simulación cuántica del modelo de Hubbard". Este modelo se utiliza para estudiar el comportamiento de los electrones en materiales y se considera uno de los problemas más difíciles de resolver para las computadoras clásicas.
El gran avance de los investigadores fue utilizar un nuevo algoritmo que explota la estructura del modelo de Hubbard. Este algoritmo les permitió reducir la complejidad computacional del problema, permitiendo resolverlo en una computadora clásica.
Los hallazgos de los investigadores tienen implicaciones importantes para el futuro de la informática. Muestran que los ordenadores clásicos todavía pueden competir con los cuánticos en determinadas tareas y que es posible desarrollar nuevos algoritmos que exploten la estructura de problemas específicos para hacerlos más eficientes.
Esto no quiere decir que las computadoras cuánticas no sean poderosas. Todavía tienen el potencial de revolucionar muchas áreas de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, los hallazgos de los investigadores muestran que los ordenadores clásicos no están obsoletos y que todavía pueden utilizarse para resolver problemas importantes.
El trabajo de los investigadores es un importante paso adelante en la comprensión del poder de las computadoras clásicas. Abre nuevas posibilidades para resolver problemas complejos que antes se pensaban imposibles.