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Un equipo dirigido por la Universidad de Cornell calculó que para el año 2050, la electrificación de vehículos, los autos sin conductor y los viajes compartidos podrían reducir el consumo de petróleo de EE. UU. en un 50 % y las emisiones de dióxido de carbono en un 75 %, al mismo tiempo que se previenen 5500 muertes prematuras y se ahorran $58 mil millones anuales.
Los investigadores proyectaron las existencias de vehículos, la distancia recorrida, el uso de energía y las emisiones de dióxido de carbono en los EE. UU. continentales hasta 2050 y cuantificaron los impactos de las emisiones cambiantes en las concentraciones de partículas finas en la atmósfera, así como los beneficios económicos y de salud de las poblaciones en 10 principales áreas metropolitanas.
Sus simulaciones muestran que las reducciones en las emisiones de los viajes de pasajeros podrían evitar entre 2300 y 8100 muertes prematuras al año en los EE. UU. en 2050.
El mayor número de muertes evitadas coincidió con las grandes áreas metropolitanas, como Los Ángeles y Chicago. A nivel estatal, California, Texas, Nueva York, Ohio y Florida verían las mayores reducciones en la mortalidad prematura. Los beneficios económicos asociados podrían oscilar entre $24 000 millones y $84 000 millones anuales.
El artículo del grupo, "Uso compartido de vehículos autónomos eléctricos:calidad del aire e impactos en la salud de la movilidad futura en los Estados Unidos", publicado en Reviews de energía renovable y sostenible. Oliver Gao, profesor de ingeniería civil y ambiental, dirigió el proyecto. El autor principal del artículo es el ex investigador postdoctoral Shuai Pan.
"Otro hallazgo clave es que para las mitigaciones de carbono y los beneficios para la salud, la electrificación de los vehículos es, con mucho, la pieza más importante, seguida de la movilidad compartida (viajes compartidos) y luego la automatización", dijo Pan. "Los impactos energéticos netos de los vehículos autónomos son muy inciertos y la automatización por sí sola puede no afectar drásticamente el uso de energía, las emisiones o la contaminación relacionada con los vehículos".
El estudio concluye que los formuladores de políticas pueden ayudar a fomentar la transición a los vehículos eléctricos e impulsar los viajes compartidos, por ejemplo, emitiendo estándares más estrictos de economía de combustible, creando incentivos económicos para la movilidad compartida e invirtiendo en infraestructura de carga y desarrollos tecnológicos.