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  • ¿Podrían las entregas de bicicletas de carga ayudar al comercio electrónico ecológico?

    Crédito:Pixabay/CC0 Dominio público

    A medida que el mundo avanza hacia la descarbonización, todas las opciones para reducir la huella de carbono de la humanidad deben estar sobre la mesa. Tal como está, el transporte representa casi una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Europa, y el aumento del comercio electrónico y las entregas urgentes bajo demanda empeoran aún más las cosas.

    ¿Podría el transporte de paquetes en bicicleta en lugar de camión ayudar a reverdecer nuestro apetito aparentemente inagotable por el comercio electrónico? Basándonos en datos de una de las empresas de transporte de carga más grandes de Francia, nuestra investigación muestra que dos tercios de su negocio hacia y desde la ciudad de París podría realizarse con bicicletas de carga.

    Los resultados, que tienen en cuenta el peso de los paquetes transportados, ofrecen una perspectiva interesante para el sector del transporte de mercancías, denunciado periódicamente como uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero con un 14 % de las emisiones de GEI de Francia. De hecho, este modo de transporte es responsable de muchos otros males, como la congestión y la contaminación acústica.

    A pesar de ello, el transporte por carretera sigue siendo el principal medio por el que entregamos las compras en las ciudades. En Francia, el 88% de las mercancías se transportan en camiones. Aunque quedan otras opciones de transporte de larga distancia, como el ferrocarril o el río, las bicicletas de carga actualmente representan la única solución sostenible para descarbonizar la última milla, la más contaminante.

    El auge del comercio electrónico

    El desafío de la descarbonización es doble en términos de transporte de mercancías:implica adaptar el modelo actual a favor de prácticas más virtuosas (por ejemplo, bicicletas de carga) e integrar flujos en constante aumento. El comercio electrónico, en particular, tiene una participación creciente en nuestros patrones de consumo (+4% de participación minorista entre 2018 y 2020). Esto requiere un aumento en la flota necesaria para la logística urbana, con pronósticos que predicen un aumento del 36% en las distancias recorridas por camiones en las principales ciudades del mundo para 2030 si no se toman medidas. Esto tendría muchos efectos negativos, como un aumento significativo de la congestión y las emisiones de gases de efecto invernadero.

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    Micro-hubs en el corazón de las ciudades

    Por lo tanto, debemos acelerar el desarrollo de la logística de bicicletas. Sin embargo, el uso de bicicletas de carga requiere una organización específica. La ubicación general de las terminales de clasificación en las afueras de las ciudades no favorece este modo de transporte. La baja capacidad de transporte de la bicicleta y su reducida velocidad en comparación con un camión limitan su radio de acción. El uso de micro-hubs en el corazón de las ciudades, con bicicletas de carga operando en un patrón hub-and-spoke desde estos puntos, por lo tanto, parece esencial. Sin embargo, hay dos limitaciones.

    Por un lado, la logística de bicicletas requiere la transformación de inmuebles comerciales, tradicionalmente ocupados por tiendas, en plataformas logísticas. Estos nuevos lugares también llamados tiendas oscuras (no abiertas al público) compiten con el tejido comercial establecido actualmente en el corazón de las ciudades. Por otro lado, la adición de un paso complementario en la cadena logística genera costos adicionales (principalmente el costo de la tierra) que deben compensarse, por ejemplo, a través de una alta densidad de actividades en el área de influencia de los microcentros.

    Así, algunas áreas geográficas parecen más adecuadas que otras para la implementación de la logística de bicicletas. Para superar este costo adicional, actualmente se está estudiando el uso de contenedores o camiones que actúen como microcentros. Aunque estas soluciones no compiten con el tejido comercial actual, siguen implicando un derecho de paso de propiedad en el espacio público.

    ¿Es este el final de los camiones en la ciudad?

    Finalmente, la logística de bicicletas no significa necesariamente el fin de los camiones en la ciudad. De hecho, estos últimos son necesarios para abastecer diariamente a los microcentros, que deben estar conectados a las terminales de clasificación ubicadas en las afueras de la ciudad.

    Además, actualmente es imposible manejar paquetes pesados ​​(máximo 250 kg) o voluminosos en bicicletas de carga, lo que significa transportarlos en camiones. Por lo tanto, los operadores se están moviendo hacia una flota mixta.

    En conclusión, si la logística de bicicletas representa un camino hacia la logística verde, también plantea algunos desafíos que exigen vigilancia. Entre otros, el desarrollo de tiendas oscuras en el corazón de las ciudades que a la larga podría dañar el tejido comercial.

    Finalmente, no olvidemos que el consumidor está detrás de la demanda de comercio electrónico y sus flujos asociados. Modificar el comportamiento del consumidor a favor de una demanda menos instantánea sigue siendo el curso de acción más relevante para reducir el impacto de la logística en el medio ambiente. + Explora más

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    Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.




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