Crédito:Pixabay/CC0 Dominio público
El impacto ambiental de las tecnologías de cadena de bloques como Bitcoin y los tokens no fungibles (NFT) ha sido objeto de un mayor escrutinio en los últimos años. Ahora, investigadores de la Universidad de Qatar analizaron herramientas e intervenciones de políticas destinadas a reducir las emisiones de carbono de la industria de la cadena de bloques y las publicaron en un artículo en Energy Research &Social Science. .
El equipo de Qatar, dirigido por Jon Truby, vincula el daño causado por la actividad de la cadena de bloques con los objetivos del Acuerdo de París y la mortalidad humana; informan que las emisiones atribuidas a Bitcoin en 2021 serán "responsables de alrededor de 19 000 muertes futuras".
Los investigadores utilizan NFT como el foco de su estudio. Los NFT son activos digitales, como imágenes, memes y música, que se almacenan y comercializan en una cadena de bloques, un tipo de libro mayor distribuido. El volumen y el valor de las transacciones NFT se dispararon en los últimos años, alcanzando los 10 700 millones de USD en el tercer trimestre de 2021,
Este crecimiento viene con un aumento asociado en las emisiones de carbono debido a las cadenas de bloques NFT de "prueba de trabajo" (PoW) que consumen mucha energía; PoW es un método para agregar nuevos bloques de transacciones a la cadena de bloques. La conciencia social de los costos ambientales ha provocado un alejamiento de estos protocolos de consenso de PoW y deben eliminarse gradualmente, dicen los investigadores.
Se requerirán intervenciones políticas si la industria de la cadena de bloques no responde a la presión social. El equipo observa que las herramientas disponibles actualmente pueden estar mal coordinadas o infrautilizadas y propone alternativas para una cadena de bloques sostenible.
Dado que las tecnologías de cadena de bloques son una empresa privada con un costo social, estas medidas propuestas están dirigidas a desarrolladores, mineros y comerciantes, quienes deberían estar más dispuestos a trabajar con las comunidades locales para minimizar su impacto ambiental. Podrían, por ejemplo, incluir cobrar una prima por el consumo de electricidad de los mineros, alentar hardware más eficiente, exigir la dependencia de energía limpia y exigir compensaciones de carbono y/o un plan de comercio de carbono para los operadores mineros y las partes que realizan transacciones.
La industria de la cadena de bloques tiene el potencial de traer muchos beneficios sociales y comerciales. "Cambiar a alternativas más sostenibles antes de tiempo evitaría la necesidad de impuestos, estándares y regulaciones", concluyen Truby y su equipo. Las transacciones de Bitcoin que consumen mucha energía representan una amenaza ambiental creciente