* sólidos: Las partículas en sólidos están bien empacadas y tienen una estructura fija y rígida. Tienen fuertes fuerzas intermoleculares que los mantienen en su lugar, haciéndolos resistentes a los cambios de forma.
* líquidos: Mientras que los líquidos tienen un volumen definido, sus partículas están más libremente empaquetadas y pueden deslizarse entre sí. Esto les permite fluir y tomar la forma de su contenedor, haciéndolos más fáciles de deformarse que los sólidos.
* Gases: Los gases tienen fuerzas intermoleculares muy débiles y sus partículas están ampliamente espaciadas. No tienen forma o volumen fijo y pueden comprimirse o expandirse fácilmente, lo que los hace más fáciles de deformarse.
Piense en ello de esta manera:
* Imagine un ladrillo (sólido):es difícil cambiar su forma empujándolo o tirando de él.
* Imagine el agua (líquido):puede verterlo en un recipiente diferente y toma la nueva forma.
* Imagine el aire (gas):puede comprimirlo fácilmente en un espacio más pequeño (como llenar un globo).