1. Factores intrínsecos: Estas son propiedades inherentes de las sustancias reaccionantes mismas.
* Naturaleza de los reactivos: La composición química y la estructura de los reactivos influyen en gran medida en la reacción. Diferentes sustancias tienen reactividades variables. Por ejemplo, los metales como el sodio reaccionan vigorosamente con el agua, mientras que el oro es muy poco reactivo.
* Concentración de reactivos: Una concentración más alta generalmente conduce a velocidades de reacción más rápidas, ya que hay más partículas disponibles para colisionar y reaccionar.
* Área de superficie: El aumento de la superficie de los reactivos permite más puntos de contacto para colisiones, lo que lleva a reacciones más rápidas. Por ejemplo, el azúcar en polvo se disuelve más rápido que un cubo de azúcar.
* Temperatura: La elevación de la temperatura proporciona más energía para que las moléculas superen la energía de activación, lo que lleva a reacciones más rápidas.
* Estado físico: Las reacciones que involucran gases o líquidos tienden a ser más rápidas que las que involucran sólidos debido a una mayor libertad de movimiento y colisiones.
2. Factores extrínsecos: Estas son condiciones externas que pueden influir en la reacción.
* Catalyst: Un catalizador acelera una reacción sin ser consumido en el proceso. Proporciona una vía de reacción alternativa con una energía de activación más baja.
* inhibidor: Un inhibidor se ralentiza o evita una reacción. Puede bloquear los sitios activos de un catalizador o reaccionar con intermedios para evitar la formación de productos.
* Light: Algunas reacciones son iniciadas o aceleradas por la energía de la luz, conocidas como reacciones fotoquímicas.
* Presión: Los cambios en la presión pueden afectar la velocidad de reacciones que involucran gases. El aumento de la presión obliga a las moléculas más juntas, lo que lleva a colisiones más frecuentes y reacciones más rápidas.
Comprender estos agentes nos ayuda a predecir y controlar las reacciones químicas en varias aplicaciones:
* Industria química: Optimización de condiciones de reacción para la producción eficiente de productos deseados.
* Ciencia ambiental: Predecir y mitigar el impacto de los contaminantes en el medio ambiente.
* Medicina: Comprender los mecanismos de drogas y diseñar nuevas terapias.
* Ciencia de la comida: Controlar el deterioro de los alimentos y mejorar las técnicas de conservación de alimentos.
Es importante tener en cuenta que los agentes específicos que influyen en un cambio químico particular variarán según la reacción en sí.