* Distancia: En el estado líquido, las moléculas están mucho más juntas que en el estado gaseoso. Las fuerzas dipolo-dipolo son inversamente proporcionales a la distancia entre las moléculas. Esto significa que a medida que disminuye la distancia (como en un líquido), aumenta la resistencia de la fuerza.
* movimiento molecular: Las moléculas de gas se mueven mucho más rápido y más al azar que las moléculas líquidas. Este movimiento aumentado en gases interrumpe la alineación de dipolos, debilitando las interacciones dipolo-dipolo. En líquidos, el movimiento más lento permite una alineación más consistente e interacciones más fuertes.
* densidad: Los líquidos son mucho más densos que los gases, lo que significa que hay más moléculas empaquetadas en un espacio determinado. Esta mayor densidad conduce a interacciones dipolo-dipolo más frecuentes y más fuertes.
En resumen: La proximidad más cercana, el movimiento molecular reducido y la mayor densidad de las moléculas en el estado líquido contribuyen a fuerzas más fuertes dipolo-dipolo en comparación con el estado gaseoso.