Cambios en las propiedades físicas:
* Aumento en el volumen: El soluto ocupa espacio dentro de la solución, lo que lleva a un aumento en el volumen. Sin embargo, este aumento a menudo es insignificante para soluciones diluidas.
* Cambio en densidad: La densidad de la solución cambiará según la densidad del soluto y el solvente.
* Cambio de color: El soluto podría impartir un color a la solución. Por ejemplo, la disolución de sulfato de cobre en agua crea una solución azul.
* Cambio en el punto de congelación: El punto de congelación de la solución disminuirá en comparación con el solvente puro. Esto se conoce como depresión del punto de congelación.
* Cambio en el punto de ebullición: El punto de ebullición de la solución aumentará en comparación con el solvente puro. Esto se conoce como elevación del punto de ebullición.
* Cambio en la viscosidad: La viscosidad (resistencia al flujo) de la solución podría cambiar, dependiendo de la naturaleza del soluto y su concentración.
Cambios en las propiedades químicas:
* Cambio en pH: Algunos solutos, como los ácidos y las bases, alterarán directamente el pH de la solución.
* Cambio en conductividad: Si el soluto es un electrolito (como la sal), aumentará la conductividad de la solución.
* Formación de nuevas especies químicas: El proceso de disolución puede causar reacciones químicas entre el soluto y el solvente, lo que lleva a la formación de nuevos compuestos.
Punto clave: El alcance de estos cambios depende de la naturaleza del soluto y el solvente , así como la concentración de la solución .