He aquí por qué:
* Presión de vapor: El punto de ebullición de un líquido es la temperatura a la que su presión de vapor es igual a la presión atmosférica circundante. Cuando agrega un soluto, interrumpe la capacidad de las moléculas del solvente para escapar a la fase de vapor. Esto se debe a que las moléculas de soluto ocupan parte de la superficie e interfieren con el movimiento de las moléculas solventes.
* Presión de vapor inferior: Como resultado, la presión de vapor de la solución es menor que la del solvente puro a cualquier temperatura dada.
* Punto de ebullición más alto: Para alcanzar la misma presión de vapor que el solvente puro y hervir, la solución debe calentarse a una temperatura más alta.
Factores clave:
* Naturaleza del soluto: El efecto del soluto en el punto de ebullición depende de su naturaleza. Los solutos no volátiles (aquellos que no se evaporan fácilmente) tienen un mayor impacto que los solutos volátiles.
* Concentración: Cuanto mayor sea la concentración del soluto, mayor es la elevación del punto de ebullición.
Ejemplo:
Agregar sal al agua eleva el punto de ebullición del agua. Es por eso que agregar sal a su agua de pasta lo ayuda a cocinar más rápido. El punto de ebullición más alto permite que el agua alcance una temperatura más alta, acelerando el proceso de cocción.
Fórmula:
La elevación del punto de ebullición se puede calcular utilizando la siguiente fórmula:
Δtb =kb * m
dónde:
* Δtb =elevación del punto de ebullición
* KB =constante de elevación del punto de ebullición molal (una propiedad del solvente)
* M =molalidad de la solución (moles de soluto por kilogramo de solvente)