1. Precisión: La capacidad de leer palabras correctamente. Esta es la base de la fluidez, sin decodificación precisa, el resto de los componentes están comprometidos.
2. Tasa: La velocidad a la que puede leer un lector. Un lector fluido lee a un ritmo cómodo, no demasiado lento o demasiado rápido.
3. Prosodia: La capacidad de leer con expresión, incluyendo tono, entonación y fraseo. Esto hace que la lectura suene natural y atractiva.
4. Automaticidad: La capacidad de reconocer las palabras rápida y sin esfuerzo, sin tener que sonarlas. Esto libera recursos cognitivos para centrarse en el significado.
5. Comprensión: Comprender lo que se está leyendo. La fluidez debería facilitar la comprensión, no obstaculizarla.
6. Reconocimiento de palabras: La capacidad de identificar palabras de manera rápida y precisa. Esto está estrechamente relacionado con la automaticidad y la precisión.
7. Frasing: Leer en trozos significativos de palabras, no palabra por palabra. Esto contribuye a una lectura suave y natural.
8. Expresión: Lectura con emociones apropiadas y modulación de voz para transmitir el significado previsto del autor. Esto abarca la prosodia, pero va más allá de la entonación para incluir expresiones faciales y gestos.
Nota importante:
- Estos componentes están interconectados e influyen entre sí. Por ejemplo, mejorar la precisión puede conducir a una mejor tasa y automaticidad, lo que a su vez mejora la comprensión.
- Esta lista se aplica principalmente a la fluidez de lectura, pero el concepto de fluidez se puede aplicar a otras áreas como hablar, escribir y escuchar. Cada área tendría su propio conjunto de componentes.
¡Avíseme si desea explorar los componentes de la fluidez en otros contextos!