He aquí por qué:
* Temperatura óptima: Las enzimas tienen un rango de temperatura óptimo donde funcionan de manera más eficiente. Este rango varía según la enzima y el organismo del que proviene. Para muchas enzimas humanas, este rango es de alrededor de 37 ° C, que es nuestra temperatura corporal normal.
* Efectos de temperatura:
* Abajo óptimo: A temperaturas por debajo del óptimo, la actividad enzimática se ralentiza. Las moléculas tienen menos energía cinética, lo que significa que ocurren menos colisiones entre la enzima y su sustrato.
* arriba óptimo: A temperaturas superiores a la óptima, la estructura enzimática comienza a desnaturalizarse (desplegarse). Esto interrumpe el sitio activo, evitando que la enzima se una a su sustrato de manera efectiva. Finalmente, la enzima pierde su actividad catalítica por completo.
* Temperatura ambiente: La temperatura ambiente (típicamente alrededor de 20-25 ° C) a menudo está por debajo de la temperatura óptima para muchas enzimas. Si bien las enzimas aún pueden funcionar a temperatura ambiente, generalmente funcionan más lentamente que a su temperatura óptima.
Por lo tanto, decir que las reacciones controladas por enzimas funcionan "mejor" a temperatura ambiente es inexacto. Las enzimas funcionan de manera más eficiente a su temperatura óptima, que a menudo está más cerca de la temperatura corporal que la temperatura ambiente.