Aquí hay un desglose:
* Algunos colchones de espuma contienen formaldehído. Esto es particularmente cierto para los colchones más antiguos o los hechos con ciertos tipos de espuma, como la espuma de poliuretano. El formaldehído se usó previamente como retardante de fuego y para ayudar a la espuma a mantener su forma.
* Muchos colchones de espuma más nuevos no tienen formaldehído. Esto se debe a que los consumidores se han vuelto más conscientes de los posibles riesgos para la salud asociados con el formaldehído. Los fabricantes ahora utilizan retardantes de fuego alternativos y métodos de producción.
* La cantidad de formaldehído en un colchón puede variar. Incluso si un colchón contiene formaldehído, la cantidad puede ser muy baja y por debajo de los niveles considerados dañinos.
* Siempre revise la etiqueta. Busque colchones que estén certificados como sin formaldehído o que cumplan ciertos estándares como Certipur-US. Estas certificaciones significan que el colchón ha sido probado para garantizar bajos niveles de formaldehído.
* Considere las opciones naturales u orgánicas. Si le preocupa el formaldehído, considere colchones hechos de materiales naturales como látex o lana. Estos materiales son naturalmente resistentes a la llama y generalmente no requieren productos químicos agregados.
Riesgos para la salud del formaldehído:
La exposición al formaldehído puede causar:
* Irritación de ojo, nariz y garganta
* Dolores de cabeza
* Erupciones de piel
* Dificultad para respirar
* Cáncer (exposición a largo plazo)
Conclusión:
Si un colchón de espuma contiene formaldehído depende de su edad, tipo de espuma y procesos de fabricación. Si bien muchos colchones más nuevos no contienen formaldehído, siempre es mejor verificar la etiqueta o buscar certificaciones para garantizar los bajos niveles de los químicos. Si le preocupa los riesgos potenciales para la salud, considere un colchón natural u orgánico.