1. Evaporación y cristalización
- Calentar la mezcla hasta que se haya evaporado toda el agua.
- El sólido restante será una mezcla de sacarosa y cloruro de sodio.
- Disolver la mezcla en una pequeña cantidad de agua caliente.
- Dejar que la solución se enfríe lentamente.
- A medida que la solución se enfríe, la sacarosa cristalizará en la solución.
- Filtrar la solución para eliminar los cristales de cloruro de sodio.
- Los cristales restantes serán sacarosa.
2. Cromatografía
- Prepare una columna llenándola con una fase sólida, como gel de sílice o carbón activado.
- Disolver la mezcla en agua y aplicarla a la columna.
- El cloruro de sodio será absorbido por la fase sólida, mientras que la sacarosa se desplazará por la columna.
- Recoger la fracción rica en sacarosa y evaporar el agua para recuperar la sacarosa.
3. Cromatografía de intercambio iónico
- Prepare una columna llenándola con una resina de intercambio iónico, como una resina de intercambio catiónico o una resina de intercambio aniónico.
- Disolver la mezcla en agua y aplicarla a la columna.
- Los iones sodio se intercambiarán por iones hidrógeno o iones hidróxido, dependiendo de la resina.
- La sacarosa no se verá afectada por el intercambio iónico y se desplazará por la columna.
- Recoger la fracción rica en sacarosa y evaporar el agua para recuperar la sacarosa.
4. Filtración por membrana
- Utilice una membrana semipermeable para separar la sacarosa y el cloruro de sodio.
- Las moléculas de sacarosa son más grandes que las moléculas de cloruro de sodio, por lo que no atravesarán la membrana con tanta facilidad.
- El cloruro de sodio podrá atravesar la membrana, mientras que la sacarosa quedará retenida.
- Recoger la solución rica en sacarosa y evaporar el agua para recuperar la sacarosa.