Conductividad del sodio Es el movimiento de iones de sodio a través de un material. Este tipo de conductividad se encuentra típicamente en los metales, donde los iones de sodio están débilmente unidos a los átomos y pueden moverse fácilmente. Cuando se aplica voltaje a un metal, los iones de sodio se moverán hacia el electrodo negativo, transportando una corriente eléctrica.
Conductividad del óxido Es el movimiento de iones de óxido a través de un material. Este tipo de conductividad se encuentra típicamente en la cerámica, donde los iones de óxido están más estrechamente unidos a los átomos y no se mueven tan fácilmente. Sin embargo, a altas temperaturas, los iones de óxido pueden volverse más móviles y permitir la conductividad eléctrica.
La principal diferencia entre la conductividad del sodio y del óxido es la movilidad de los iones. Los iones de sodio son más móviles que los iones de óxido, por lo que la conductividad del sodio suele ser mayor que la conductividad del óxido. Esto significa que los metales son generalmente mejores conductores de electricidad que la cerámica.
Otra diferencia entre la conductividad del sodio y del óxido es la dependencia de la conductividad con la temperatura. La conductividad del sodio aumenta con la temperatura, mientras que la conductividad del óxido disminuye con la temperatura. Esto se debe a que la temperatura más alta hace que los iones de sodio se vuelvan más móviles, mientras que la temperatura más alta hace que los iones de óxido se vuelvan menos móviles.
Las diferentes propiedades de la conductividad del sodio y del óxido se pueden utilizar para diseñar materiales con propiedades eléctricas específicas. Por ejemplo, un material que necesita ser un buen conductor de la electricidad a altas temperaturas podría estar hecho de un metal con una alta conductividad de sodio. Un material que debe ser un buen aislante de la electricidad a altas temperaturas podría estar fabricado a partir de una cerámica con baja conductividad de óxido.