1. Dureza y Durabilidad :Las rocas generalmente están compuestas de cristales minerales estrechamente unidos, lo que las hace más duras y duraderas que la arena. Los minerales de las rocas son más resistentes a los procesos de meteorización física y química.
2. Compactación y Cementación :Las rocas a menudo se forman mediante procesos de compactación y cementación, que mejoran aún más su resistencia a la intemperie. La compactación reduce los espacios porosos y aumenta la densidad de la roca, haciéndola menos susceptible a la erosión. La cementación implica la deposición de minerales que unen las partículas de la roca, aumentando su resistencia general.
3. Estabilidad química :Los minerales que se encuentran en las rocas son generalmente más estables químicamente que los que se encuentran en la arena. Las rocas compuestas de minerales como el cuarzo, el feldespato y la calcita son menos reactivas a los agentes atmosféricos como el agua, los ácidos y el oxígeno en comparación con los minerales que se encuentran comúnmente en la arena, como el cuarzo y el feldespato.
4. Profundidad y ubicación :Las rocas suelen encontrarse a mayor profundidad en la corteza terrestre, donde están menos expuestas a agentes atmosféricos como el viento, el agua y las fluctuaciones de temperatura. Esto les proporciona una capa protectora que los protege de los procesos de erosión que ocurren en la superficie.
5. Masa y tamaño :Las rocas suelen tener una masa y un tamaño mayores que las partículas de arena individuales. Esto significa que tienen una mayor capacidad para absorber y distribuir la energía de los procesos de meteorización, reduciendo su tasa de erosión.
Si bien la arena también puede ser resistente a la erosión bajo ciertas condiciones, como en ambientes desérticos donde hay agua y vegetación limitadas, las rocas generalmente exhiben una mayor resistencia a los procesos de erosión debido a sus propiedades inherentes y su ocurrencia natural en entornos geológicos más profundos y protegidos.