El cesio es el elemento número 45 más abundante en la corteza terrestre, pero es bastante raro y sólo se encuentra en pequeñas cantidades. Las principales fuentes de cesio son los minerales polucita y lepidolita. El cesio también se puede obtener mediante electrólisis de cloruro de cesio fundido.
El cesio tiene una amplia variedad de usos, que incluyen:
* En relojes atómicos y estándares de frecuencia, donde su frecuencia extremadamente precisa lo hace ideal para el cronometraje.
* En células fotoeléctricas, donde su baja función de trabajo la hace sensible a la luz.
* En imágenes médicas, donde se utiliza como agente de contraste en radiografías y tomografías computarizadas.
* En sistemas de propulsión iónica para naves espaciales, donde su baja energía de ionización lo convierte en un propulsor eficiente.
El cesio es un material peligroso y puede ser tóxico si se ingiere o se inhala. También es muy inflamable y puede incendiarse fácilmente en el aire. El cesio sólo debe ser manipulado por profesionales capacitados.