Cuando los iones de cloruro salen de una célula, suelen ir acompañados de iones de sodio. Esto crea un gradiente eléctrico que hace que las moléculas de agua entren en la célula para equilibrar la carga. El movimiento del agua hacia el interior de la célula es lo que hace que la mucosidad se vuelva fina y acuosa.
En algunos casos, los iones de cloruro también pueden hacer que el agua salga de las células. Esto puede suceder cuando la concentración de iones cloruro en el fluido circundante es muy baja. En este caso, los iones de cloruro dentro de la célula se moverán a favor de su gradiente de concentración y saldrán de la célula. Esto hará que el agua los siga, lo que provocará la deshidratación de la célula.