Un sólido amorfo, también conocido como vidrio, no tiene un punto de fusión verdadero como lo tienen los sólidos cristalinos. En cambio, sufre un proceso llamado transición vítrea cuando se calienta. Por debajo de la temperatura de transición vítrea, un sólido amorfo se comporta como un sólido rígido, mientras que por encima de esta temperatura fluye como un líquido. Sin embargo, a diferencia del punto de fusión brusco de un sólido cristalino, la transición vítrea es un proceso gradual en un rango de temperaturas y el material se vuelve cada vez más viscoso a medida que se calienta. La temperatura de transición vítrea es una propiedad importante de los sólidos amorfos y se utiliza para caracterizar su comportamiento térmico.