La química aplicada es la aplicación del conocimiento químico a problemas del mundo real. La química pura, por otra parte, es el estudio de los principios fundamentales de la química. Si bien ambos campos son importantes, es más probable que la química aplicada conduzca al desarrollo de nuevos productos y tecnologías que puedan beneficiar a la sociedad.
Por ejemplo, el desarrollo de una nueva fuente de combustible sería un objetivo que probablemente se alcanzaría en la química aplicada. Esto se debe a que los químicos aplicados podrían utilizar sus conocimientos de química para crear y probar nuevas fuentes de combustible. También podrían trabajar con ingenieros y otros científicos para diseñar y construir la infraestructura necesaria para respaldar la nueva fuente de combustible.
Por el contrario, no sería tan probable que los químicos puros participaran en el desarrollo de una nueva fuente de combustible. Esto se debe a que los químicos puros están más centrados en comprender los principios fundamentales de la química. Sería más probable que participaran en investigaciones sobre las propiedades de diferentes combustibles y cómo reaccionan entre sí.