Se pueden utilizar fórmulas estructurales para mostrar la estructura de moléculas simples, como el agua (H2O) y el metano (CH4). También se pueden utilizar para mostrar la estructura de moléculas más complejas, como proteínas y ADN.
Las fórmulas estructurales son importantes porque permiten a los científicos comprender la estructura y las propiedades de las moléculas. Esta información se puede utilizar para desarrollar nuevos medicamentos, materiales y tecnologías.