El hidrógeno suele tener un número de oxidación de +1, porque pierde un electrón para convertirse en un catión de hidrógeno (H+). Sin embargo, en algunos casos, el hidrógeno también puede tener un número de oxidación de -1, como en los hidruros metálicos, donde gana un electrón para convertirse en un anión hidruro (H-). El número de oxidación del hidrógeno está determinado por su entorno químico y la electronegatividad de los átomos a los que está unido.